jueves, 27 de diciembre de 2012

Los colores de los Amigos


Brindo con todos ustedes mis amigos como lo hace Santa con Galletas y leche, que pasen un feliz año 2013
y comparto este hermoso articulo de Oskaring, publicado en la pagina factor Diferencial de mi querida amiga
Marcela Oromi...

En una reunión espiritual conversando con unos de mis hermanos llegamos al tema de los amigos y en esa  ocasión me dijo que hay diferentes tipos de amigos, aquel que te escucha, el amigo de parrandas, el divertido, el que sufre contigo, pero lo ideal sería tener un amigo que incluye todos los perfiles, aunque los hay son difíciles de encontrar. Si reunimos a todos nuestros amigos en un gran encuentro, veremos un arcoíris de amor...

Yo le agregaría un color más Oskaring el Rosa,  con tu permiso. Gracias amigo por este compartir con todos tus amigos que estamos acompañándote en este plano dimensional.

El Amigo Color Rosa:

 Es aquel que nos habla a través del amor, el que nos hace reflexionar cuando tenemos dudas y confusiones en el amor, de pareja, con amigos, o con nuestros padres, es el que habla a nuestro corazón con palabras puras y sencillas.



Amigo Color VERDE:

 Es aquel que en todo resalta la belleza de la vida y pone esperanza en ella, ¡El nos levanta!



Amigo Color AZUL:
   
Siempre trae palabras de paz y de serenidad, dándonos la impresión al oírlo de que estamos en contacto directo con el cielo o con el profundo del mar.





Amigo Color AMARILLO:

El nos cobija, así como el sol; nos hace reír, sonreír y ver el brillo de las estrellas al alcance de nuestras manos. ¡El nos anima!


Amigo Color ROJO:

Es aquel que domina las reglas del color, es como nuestra sangre. Es prodigo en palabras apasionadas y repletas de caluroso amor.






Amigo Color GRIS:

 El nos enseña el silencio, la irreflexión y el autoconocimiento. Nos ayuda a profundizar en nosotros mismos.







Amigo Color VIOLETA:
 El trae toda nuestra esencia majestuosa. Como la de los reyes y los magos. Sus palabras tienen nobleza, autoridad y sabiduría.








Amigo Color BLANCO:

El nos revela verdades nacidas de la experiencia nos prueba que todos tenemos aprendizajes que compartir con los demás.






Amigo Color NARANJA:

 Él nos trae la sensación de vigor y salud. Enriquece nuestro espíritu con energías que son verdaderas vitaminas para nuestro crecimiento.





La amistad en mi caso creo es un gran arcoíris.. Incluso con colores más diversos aún.. Cada cualidad es acompañado de un color.. Pero lo mejor de todo es saber que realmente existen amigos de esa forma... un arcoíris de infinitos colores... no todos podemos ser perfectos.. y hay colores que indican nuestras imperfecciones.. Pero si todos lo fuéramos.. Perfectos.. Nadie sentiría la alegría de la amistad.. El saber que tenemos a alguien cerca siempre. o aún sea lejos.. Un amigo o amiga es un sin fin de tonalidades.. Los amigos son el PRISMA que a través de ellos pasa la luz y reflejan hacia el mundo sus cualidades.. Esa es la finalidad de un prisma.. Entregarle los colores al mundo.. A nuestros ojos.. Un amigo es el prisma y sus sentimientos son los colores..
 
De qué color soy??.. No lo sé. Mis amigos sabrán decirlo. Y de qué color son mis amigos.. ??? Tampoco lo sé. Porque son tantos colores que entre todos se combinan y forman miles de cualidades hermosas. Amigos no es sólo estar. Para sentirlos pero también es callar.  un abrazo. Y amigos... hay tanta variedad de amigos. Que finalmente todos somos amigos. De una forma u otra.

Gracias a todas las personas que por una u otra razón entran, entraron o entraran en mi vida, cada uno deja sin duda un aprendizaje y una gran experiencia.

Gracias, Gracias, Gracias.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Las Siete Herramientas del Amor



    1. ACEPTAR: acepto que el propósito del Padre es perfecto y que todo lo que ocurre es neutro y necesario. RENUNCIO a intentar cambiar a los demás y, en su lugar, trabajaré sobre mí mismo.
RENUNCIO a luchar y a tratar de modificar el orden perfecto del Universo y sus procesos necesarios, y, sobre todo, a tratar de interferir con las experiencias de vida de las demás personas.

2. ASUMIR: asumiré el resultado de mis decisiones y de mi experiencia de vida. ASUMIRÉ que mis pensamientos, sentimientos y emociones los genero yo mismo y no lo que sucede a mí alrededor, ni mucho menos lo que piensen, digan, hagan o dejen de hacer los demás.
RENUNCIO a culpar a nada ni a nadie por lo que me suceda o deje de sucederme. 
El culpable no existe.

3. ACTUAR: actuaré con total eficacia y serenidad ante cualquier circunstancia que se presente, dando lo mejor de mí en las labores que me corresponda realizar.
RENUNCIO a agredir de pensamiento, palabra y obra. No agrediré a nada ni a nadie. Tendré absolutas firmeza y lealtad con los acuerdos y compromisos que libremente establezca. El hacer es la clave del tener.

4. AGRADECER: agradezco TODO lo que tengo y todas las situaciones difíciles y dolorosas, porque ellas son oportunidades que nos da la vida para aprender y hacer nuestro desarrollo espiritual.
RENUNCIO a sufrir ante las dificultades, comprendiendo que tienen un profundo propósito de amor para poder reconocer la ley y liberarme de las limitaciones, las dependencias y el sufrimiento.

5. VALORAR: valoro y disfruto intensamente todo lo que tengo y todo lo que hago. Reconozco que siempre tengo conmigo todo lo necesario, y valorándolo, desarrollaré la capacidad para disfrutar nuevas cosas y relaciones.
RENUNCIO a quejarme de lo que tengo. La queja nos hace pobres. La prosperidad es el resultado de la valoración. El que no valora lo que tiene está en camino de perder lo que necesita.

6. RESPETAR: Respeto a todas las personas en sus ideas, costumbres, creencias, comportamientos, y en su derecho a tomar sus propias decisiones.
RENUNCIO a criticar, descalificar, juzgar, condenar y castigar a toda persona por cualquier motivo, porque comprendo que cada quien hace lo mejor que puede con lo mejor que sabe, y no soy yo quien para juzgarlo. Daré información de sabiduría sólo a quien la pida expresamente o a quien acepte mi ofrecimiento sutil por respetuoso.

7. ADAPTARSE: me adapto sin reservas al lugar donde me corresponde cumplir funciones para lograr en él una vida llena de satisfacciones.
RENUNCIO a huir de lugar y de las situaciones que me corresponde vivir. Creer que la felicidad está en otra parte diferente a nuestro interior, es una falsa ilusión.

¡A partir de hoy sólo pensaré lo mejor, sólo diré lo adecuado y sólo haré lo necesario!

Gracias, Gracias, Gracias

Enviado por Leila Abraham...Autor desconocido.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

La paz interior y como alcanzarla.


Como siempre lo hago,  leyendo los artículos de varias páginas comparto este que me parece muy acertado por los tiempos que estamos viviendo ya que todas las personas hablan de la paz interior, que difícil es conseguirla pero qué fácil es perderla,  sino estamos sintonizamos en lo que dicen las líneas de este autor desconocido, unido a esto estamos en la fecha más hermosa del año donde se reúnen las familias a compartir y a celebrar el espíritu de la navidad les obsequio este hermoso contenido.

Uno de los objetivos más elevados en el viaje de la Página de la Vida es conseguir transmitir las herramientas para alcanzar la paz; la paz interior, “la paz que supera toda comprensión”.

Pero uno de nuestros primeros descubrimientos cuando emprendemos el camino de la superación es la guerra que mantenemos con nosotros mismos. Nos enfadamos por nuestros errores; estamos resentidos por nuestras debilidades; nos resistimos a hacer realidad nuestras aspiraciones más elevadas. Queremos progresar en todas las áreas de la vida, pero no nos gusta su precio.

La resolución de estos conflictos estriba en el discernimiento de “lo que es” y ello nos lleva ineludiblemente a la Paz Interior.

La Paz Interior. Vivir conociendo esta cualidad profunda, aunque sutil, es estar tan bien sintonizado con el poder espiritual de la compasión y del amor que seamos contados entre los más próximos a vivir la plenitud de sus posibilidades Divinas. Pero ¿qué es esta paz personal e interior? Y ¿cómo podemos encontrarla?

La paz personal es ese sentido interior, etéreo, de bienestar emocional y espiritual, esa tranquilidad profunda que nos llega cuando somos capaces de desconectarnos de los pensamientos inquietantes, inútiles o amenazantes, y alcanzar a comprender la realidad de “lo que es”.

La paz personal subjetiva, pero muy real, es el sentimiento bien fundado y de unión que tenemos cuando nos liberamos de las preocupaciones, el sufrimiento, el dolor, el estrés y el miedo y somos conscientes de las incontables maravillas que nos ofrece la vida.

La paz interior es el conocimiento de que todo está bien, la compresión de que el Ser Universal lo tiene todo bajo control, aun cuando nuestro mundo parezca a punto de explotar. Nos llega cuando nos apartamos mental, emocional y espiritualmente, y a veces físicamente, de los embrollos mundanos, de los conflictos o de nuestras responsabilidades mal comprendidas.

La paz interior se convierte en una realidad cuando trasladamos nuestro centro desde los problemas que no podemos resolver hasta una visión más elevada de compresión del porqué. Trascendemos. En este traslado, dejamos caer la tristeza y las preocupaciones.
La dicha que queda es la paz.
Si queremos recorrer con éxito el camino que nos lleva a la paz interior, tendremos que desmontar algunos de los obstáculos personales que nos atenazan; el miedo al futuro y las lamentaciones por el pasado no son más que los primarios. El viaje completo a la paz interior significa que también tenemos que superar los baches de la envidia, los desvíos de la impaciencia, las calles sin salida de la terquedad y los puentes helados de la rigidez. Pero debemos viajar. El viaje hacia la paz personal no se realiza en un coche aparcado.

¿El camino de la paz? Pasa por la meditación trascendental o la oración en meditación, que es una disciplina olvidada y mal comprendida. La meditación en oración es una manera excelente de desarrollar la conciencia aumentada en todas las áreas de la vida. Pero es fundamental para alcanzar la paz interior y para conservarla.

Cuando nos atrapan las preocupaciones, o las actitudes de ataque o defensa, estamos desertando, en la práctica, de nuestras posibilidades de alcanzar ese bienestar. La persona que está bien no está en casa. Por ejemplo, podemos estar conduciendo, rabiosos por el tráfico, y perdernos por completo la hermosa puesta de sol. En lugar de verla, nos centramos en escenas interiores de preocupación y de miedo.

La meditación y la meditación en oración nos ayudan a trasladar nuestra atención al momento presente y al control de nuestra mente y de nuestro espíritu. Nos vuelve a traer a casa. Podemos soltar nuestras preocupaciones y estar abiertos y conscientes de la presencia divina. No conocemos otro medio más eficaz para conseguir la paz interior. Destinar un rato cada día a esta actividad será el mejor de los remedios para todos los males que acechan al hombre actual.

Los avatares de la vida cotidiana consumen un esfuerzo enorme. Los conflictos interiores agotan nuestros recursos. Se pierde la paz. Nos quedamos tan inmersos en la resolución de esta guerra interior que nos queda poca energía para hacer en el mundo algo más que ir tirando. Y existen momentos en los que incluso ir tirando es difícil.

El problema no es que falte energía, aunque nos sintamos cansados y fatigados. Tenemos la energía. El problema es que ésta está fragmentada. Necesitamos claramente encontrar una base firme para nuestro bienestar interior. La Paz Personal es esa base.

De modo que declaramos una tregua interior. Nos permitimos momentáneamente retirarnos de la batalla encarnizada. Nos tomamos un tiempo de sosiego. Somos conscientes de nuestras batallas y de nuestro agotamiento. Esta conciencia nos sitúa en una encrucijada decisiva.

Uno de los caminos conduce de nuevo a la batalla. El otro conduce al distanciamiento, a la liberación y a la paz interior.

El camino de la reflexión y la meditación nos lleva a una nueva perspectiva. Nos damos cuenta de que nuestros conflictos interiores no son eternos.

Pero no debemos mantenernos distanciados de nuestro deber de obrar. La energía que alimentó antes nuestra encarnizada batalla interna puede ser utilizada ahora para vivir creativamente. Con la práctica, nos volvemos centrados y serenos. Nuestra energía emocional y espiritual se dispara entonces hasta las nubes.
Y estamos preparados, recargados, renovados para prestar servicio a nuestro mundo.

La paz personal engendra energía. Nuestro incremento eficaz de energía física y espiritual es consecuencia de nuestro descubrimiento de la paz interior. Y su empleo más efectivo significa que tenemos menores probabilidades de derrochar sus preciosos recursos en preocupaciones, lamentaciones, culpabilidades e indecisiones. Éste es un paso de gigante hacia la paz interior al nivel espiritual más elevado.

Cuando avanzamos por el camino de la paz interior ésta nos ayuda a convertirnos en verdaderos pacificadores; pero no en el sentido habitual de resolver las contiendas de otras personas o de otros pueblos. Por el contrario, nos convertimos en pacificadores cuando producimos la serenidad en nuestras almas. Entonces nos llenamos de un poder positivo, de un espíritu que nos carga de energía. Y cuando esa energía se utiliza para el bien, aumenta. Satisfará todas nuestras necesidades, y fluirá para ayudar a otros.

Creemos que la paz interior, que la paz personal es la energía vibrante que puede curar al mundo, que puede producir la paz entre las naciones. Creemos que la paz interior, la paz personal, puede traer al mundo una armonía duradera.
En realidad, los actos sencillos son las cosas que cambian nuestras vidas y nuestro mundo.

La búsqueda consciente de la paz es uno de ellos. Si nos tomamos en serio la búsqueda de la paz interior nos convertiremos en libertadores. Liberemos, renovemos.

Gracias, Gracias, Gracias.

Desconozco el autor

Por: Dannys Beatriz de la Cruz Arteta

martes, 4 de diciembre de 2012

¿Cómo ayudar a los niños a crecer?




¿Cómo ayudar a los niños a crecer?

Desde el momento en que te planteas ayudar a los niños a crecer sin espíritu competitivo estás en un camino equivocado, porque cualquier cosa que hagas dará a los niños cierto programa. Puede que sea distinto del que tú recibiste, pero estás condicionando a los niños, aunque lo hagas con las mejores intenciones del mundo.
Los árboles crecen y siguen creciendo sin que nadie les enseñe cómo. Los animales, los pájaros, la existencia toda no necesita programación. La idea misma de programar implica básicamente crear esclavitud, y durante miles de años el hombre ha estado creando esclavos con distintos nombres. Cuando la gente se harta de un nombre, lo reemplaza inmediatamente por otro. Unas cuantas modificaciones en el programa, unos cuantos cambios aquí y allá en el condicionamiento, pero la cosa fundamental sigue siendo la misma: que los padres, la generación anterior, quiere que sus hijos sean de cierta forma. Por eso preguntas por el «cómo».
En mi opinión, la función de los padres no es ayudar a crecer a los hijos: ellos crecerán sin ti. Tu función es apoyar, nutrir, ayudar a lo que ya está creciendo. No des directrices y no des ideales. No les digas lo que está bien y lo que está mal: deja que lo descubran por propia experiencia.
Sólo hay una cosa que puedes hacer, y es compartir tu propia vida. Diles que has sido condicionado por tus padres, que has vivido con ciertos límites, de acuerdo a ciertos ideales, que debido a estos límites e ideales has perdido la vida completamente y que no quieres destruir la vida de tus hijos. Quieres que sean totalmente libres: libres de ti, porque para ellos tú representas el pasado.
Hace falta valor y hace falta un inmenso amor en un padre, en una madre, para decir a sus hijos: «Tienen que ser libres de nosotros. No nos obedezcan; dependan de su propia inteligencia. Incluso equivocarse es mejor que tener la razón si para ello tienes que ser esclavo. Es mejor cometer errores por cuenta propia y aprender de ellos, que seguir a otra persona y no cometerlos. De esa forma no vas a aprender más que a ser un seguidor, y eso es veneno, puro veneno.»
Es muy fácil si amas. No preguntes «cómo», porque el «cómo» significa que estás pidiendo un método, una metodología, una técnica; y el amor no es una técnica.
Ama a tus hijos, disfruta de su libertad. Permite que cometan errores. Diles: «No está mal cometer errores. Cometan todos los errores posibles, porque de esa forma aprenderán más. Pero no cometan el mismo error una y otra vez, porque eso los hará estúpidos.»
Por eso, de mi no obtendrás una respuesta simple. Tendrás que descifrada viviendo con tus hijos momento a momento, dándoles todas las libertades posibles en las cosas pequeñas.
Gracias, Gracias, Gracias
Tomado de Osho.