Muy Apreciados Hermanos, amigos y compañeros de camino. como siempre buscando en la web conseguí este Ritual que es similar al del Hospedaje de los Ángeles y como me encanta compartir toda la información que llega a mis manos, es mi deseo compartirlo con ustedes y así muchas personas que me han escrito tienen la información de lo que pasa cuando no lo recibimos adecuadamente y no asumimos el compromiso con ellos...Amigos que quede claro que todo es el poder de la intención y de tu sentir hacia ellos.
Me decidí a escribir este Ritual
luego de haber recibido varias propuestas en los últimos años para
aceptar una visita de los Ángeles en casa. Como las explicaciones eran
siempre incompletas, imprecisas y variaban según la procedencia, entendí
que alguien debía hacerlo.
Para ello reuní todos los datos
disponibles según las distintas ocasiones en que me lo ofrecieron, los
ordené en diferentes pasos sucesivos y armoniosos, rellené los
inexplicables vacíos que persistían con datos de mis archivos y los puse
a disposición de todos desde las Listas de Correo a las que estoy
suscrito.
Este es un Ritual o Ceremonia absolutamente libre, lo
que significa que no proviene de ninguna Escuela, Religión, Secta u
Orden Esotérica, y nadie de claro entendimiento y buena voluntad debe
atribuirlo a cualquiera de las que conoce, ni por sospecha ni por
deducción. Sólo está detrás de este trabajo la responsabilidad de
haberlo completado, compaginado y volcado a la letra. En este blog solo se habla de amor y paz.
La Inspiración,
lamentablemente, no me pertenece.
Este trabajo fue
hecho con la mejor disposición y sin ningún propósito personal. Ustedes
pueden disponer de él a su mejor parecer y divulgarlo libremente. No
importa si mencionan o no al autor, porque eso ya quedó registrado en el
Askásico y no existe ningún otro registro más eficaz. Además, si les
recomendara que respeten mi nombre, ya estaría pecando por vanidad.
Les
aclaro que esta es sólo una guía y que todo el Ritual puede –y debe-
ser modificado conforme a la mejor opinión del usuario. Sería bueno que
las modificaciones las haga cada uno en su copia personal y que al
divulgarlo envíen el original completo para no desvirtuarlo. En caso
contrario, a los pocos meses se habría perdido nuevamente o estaría tan
estropea-do que alguien deberá volver a componerlo, como hoy lo hice yo…
Los
Hermanos que tengan experiencia verán este Ritual demasiado simple o
ingenuo. Eso es porque debe servir a todos. Los más experimentados
podrán modificarlo conforme a su experiencia personal. Los menos
experimentados tienen todo el derecho de disfrutarlo aunque todavía
crean que les falta estudiar muchos libros.
Recordemos que en el
Misticismo, el Esoterismo y la Magia, no son siempre los más aptos los
que más estudiaron. Lo más importante está en el corazón de cada uno, y
seguramente el más grande será el que más se humille. Recuerden que la
mayoría de las visiones de María, la Madre de Jesús, se ofrecieron a
gente sencilla y humilde, que apenas si pudieron explicar lo que vieron.
El
más grande entre los Magos, observa y calla. No critica, porque sabe
que todo sirve, todo tiene una razón para existir. Sabe que lo que fue
hecho con buena intención dará siempre frutos nobles. Quienes critican,
desacreditan y juzgan, aún están madurando.
Me dirán que los
Arcángeles no visitan las casas como una Tía buena. Hermanos, ya lo sé.
Pero benditos sean aquellos que sí creen que los Arcángeles los visitan,
porque por su Fe podrán conectarse a Ellos en el Espíritu y obtener los
beneficios que otros no podremos, justamente porque estamos privados de
la Fe…
Entonces me pregunto de qué sirve ser un erudito. Si la
erudición nos amputa la Fe, no sirve. Si el erudito deja de creer,
pierde la inocencia y la ingenuidad, sólo puede creer la realidad
objetiva, cruda y cotidiana, leer los diarios, escuchar radio y mirar
televisión. Dios estará siempre lejos, los Ángeles no podrán visitarnos,
la Jerarquía Invisible no existirá, las Hadas serán un mito y nosotros
al morir seremos polvo que vuelve al polvo… Y no es así.
Creo que
mejor es creer. Aceptar las fantasías, tradiciones, sagas y leyendas.
Ya al ocaso de mi jornada prefiero volver a creer. Bendito sea Pinocho,
el muñeco que cobró vida al recibir el Aliento Divino. Bendito sea Peter
Pan, que volaba por mundos de fantasía en un Viaje Astral que muchos
estudiosos nunca experimentaron. Bendito sea Robinson Crusoe, que
transformó un naufragio en un largo Retiro Espiritual. Bendito sea El
Principito, que nos hizo atisbar cómo el alma inmortal se desprende de
esta realidad aparente para ingresar a otras más bellas y perdurables.
Bendito sea el conejo de Alicia y benditas sean las Hadas, los Duendes y
todos los Elementales, porque son quienes habrán de llevarnos a conocer
otros planos de existencia. Y bendito sea el mundo espiritual, porque
nos recuerda a cada instante que “lo esencial es invisible a los ojos…”
¿Qué este Ritual es simple e ingenuo? ¡Sí, lo es! ¡Gracias a Dios!
Recíbanlo, utilícenlo, disfrútenlo, compártanlo, divúlguenlo. Yo ya estoy bien pagado con los beneficios de haberlo practicado.
Antes
de despedirme, les aclaro que por cualquier dato accesorio que puedan
necesitar quedo a vuestra disposición, aunque cualquier Hermano o
Hermana con algo de experiencia en estas Artes y buena voluntad, está en
condiciones de explicarlo, corregirlo y mejorarlo.
Sin más que agregarles por el momento, los saludo con el mayor afecto y los mejores deseos de Paz Profunda.
Miguel Keegan
Villa Ballester, Buenos Aires
06 de diciembre de 2003
ANGELES EN CASA
(Ritual Cadena)
Ritual
1) – INTRODUCCIÓN:
Este
Ritual se celebra por lo general en forma de Cadena, es decir, se
recibe y se envía a personas previamente determinadas. También puede
practicarse individualmente, omitiendo la parte de la cadena con los
arreglos que correspondan. O eligiendo sólo los destinatarios, al no
haberlo recibido de otro. Alguien te eligió a Ti para que lo recibas,
aunque lo hayas hallado “por casualidad”. Tú deberás pensar muy bien si
eliges o no a quien enviárselo. Es decir que inicialmente debe existir
una responsabilidad previa, que se pone de manifiesto al seleccionar a
los recipientes adecuados a quien se lo enviaremos, o al decidir que
para esta ocasión mejor no lo enviamos a nadie. Nosotros lo decidimos.
Los Ángeles no nos castigarán por no cumplir con estos requerimientos,
ni por ningún otro motivo, porque son todo Amor. Pero si no celebramos
este Ritual -o cualquier otro- con el Amor, el Respeto y la Devoción
que requiere, no hay motivo para celebrarlo ni para esperar sus efectos
benéficos porque nosotros mismos no nos armonizamos con él. Cualquier
Ritual es una Ceremonia de la que nos valemos para lograr que una
lección se imprima en nuestra mente a través de una viva emoción. Es
decir que si no ponemos nuestra mayor emoción en él simplemente no nos
sirve. Así podemos afirmar que el Bautismo, por ejemplo, es un Ritual,
porque a través de él comprendemos que nos hacemos Miembros de una
Iglesia, que aceptamos su jerarquía, sus enseñanzas y sus reglamentos,
que nos comprometemos a servirla y que en adelante recibiremos también
sus beneficios. Existen muchos Rituales en la vida cotidiana, religiosos
y profanos, y a muchos de ellos los celebramos sin saberlo, como la
Jura a la Bandera, el canto de un Himno, la Bendición de los Alimentos,
las Curaciones Psíquicas y otros. Dentro de lo esotérico existe
infinidad de Rituales llamados de formas diferentes, como Ceremonias,
Ejercicios, Iniciaciones, Sanaciones, etc. Es normal oír que nuestros
ejercicios no nos dieron resultado y eso es porque los celebramos sin
las tres condiciones elementales y básicas ya indicadas.
2) – PREPARATIVOS:
a.-
Recepción: Este ejercicio comienza cuando descubrimos por
nuestros propios medios o alguien nos avisa con cierta anticipación que
nos lo enviará. Lo correcto sería que nos avise con tres días de
anticipación para darnos tiempo a preparar lo necesario. Si nos interesa
hacerlo aceptamos el compromiso. Si sabemos que hay alguna dificultad
lo rechazamos. Una vez que aceptamos, comenzamos a preparar el Oratorio.
Si lo recibimos por otro medio que no sea cadena, podemos celebrarlo en
forma individual o iniciando una cadena a partir de nosotros. En tal
caso, no hay prisa.
b.- El Oratorio: No es otra cosa que un
lugar del que podemos disponer con alguna intimidad para nuestro trabajo
esotérico. Debe contar también con las tres condiciones ya referidas.
Y, preferentemente, deberían poder permanecer los tres días que dura el
ejercicio tal como lo preparamos. Si eso no es posible, deberemos
desarmarlo al finalizar el trabajo diario y guardar los elementos con
cuidado. Quienes nos dedicamos a los temas esotéricos generalmente nos
comprometemos ante nuestra Escuela, Maestro, Ángel, Preceptor o Guía, a
tener un Oratorio siempre listo, en el que todos los días efectuamos de
por vida nuestro trabajo a favor de nosotros, de nuestro mundo y de la
humanidad. Cuando el Oratorio está armado, aunque sea una mesita de luz o
de estudio, se convierte en un lugar Sagrado y debemos comportarnos
ante él apropiadamente.
c.- Destinatarios: Lo siguiente es
decidir si lo enviamos a otras personas o no. En caso que nos decidamos
por el sí, deberemos pensar bien a quienes se lo enviaremos. Deben ser
otras tres personas cualesquiera, con el único requerimiento que lo
acepten de buena fe, a quienes les prometemos el envío para dentro de
tres días. Cuando tenemos decidido quienes serán las tres personas, les
pasamos antes que otra cosa y en ese mismo momento estas instrucciones,
para que se familiaricen con ellas y preparen todo. De inmediato nos
ponemos nosotros a cumplirlo. No es bueno enviarlo a cualquiera para
sacárnoslo de encima. Por respeto, mejor es no darle curso. Si uno lo
recibe pero luego decide no hacerlo, sólo habrá cometido una falta
contra sí mismo y contra quien se lo envió, pero no es cierto que la
falta se haya cometido ante los Arcángeles… El traslado sólo obedece a
la necesidad de compartir y divulgar algo que nos resulta positivo y
grato. Nada más.
d.- Materiales: Ahora les detallo lo
necesario para realizar este Ejercicio apropiadamente, ya que lo
deberemos preparar con antelación.
# Cuatro velones grandes
blancos, que duren encendidos los tres días: 12 cm. de largo por 5 cm.
de diámetro, como ejemplo. Hay algunos que se expenden con el nombre
“Tres Días” o “Siete Días” según lo que duran. Si existen riesgos o
impedimentos para dejarlos encendidos durante los tres días, bastará con
hacerlo mientras nos dediquemos al ejercicio y luego apagarlos. Cada
velón debe descansar sobre una base, candelero o platillo,
preferente-mente también blanco. También hace falta una vela común
blanca, sobre un candelero individual, que será la que utilizaremos para
movernos de un lugar a otro y encender los velones y el incienso. Y,
por supuesto, la infaltable caja de fósforos o cerillos, que no es
recomendable reemplazar por un encendedor. Como precaución se sugiere
colocar un poco de agua en los platillos, para que apague la llama de
los velones si se consumen cuando no estemos cerca.
# Cuatro
flores blancas en su florero, copa o vaso, que deberá mantenerse por los
tres días. Por su tamaño, perfume y calidad, son ideales los jazmines,
claveles, rosas o similares. Cada uno verá las que hay disponibles según
el país, la época y el costo.
# Un apagavelas de cualquier tipo.
El esoterista sabe que el fuego del Oratorio es Sagrado y nunca debe
apagarse con un soplido. Se lo debe apagar con un apagavelas o en su
defecto apretando con dos dedos humedecidos la base del pabilo. Si lo
hacemos con decisión y sin vacilar, no nos quemamos. (Hay que
practicarlo…)
# Un Oratorio no está completo si no contiene
la simbología de los cuatro elementos de la naturaleza y algún Símbolo o
Imagen Sagrada de nuestra preferencia. En este caso estarán los cuatro
elementos en los materiales enumerados. La tierra en las flores, el agua
en los floreros y el fuego en las velas. Falta el aire, que se
representará con el humo de varios sahumerios de buena calidad colocados
en una base apropiada que proteja el Oratorio de las brasillas que
puedan caer. O el de incienso, mezcla o hierbas aromáticas colocadas en
un incensario o sahumador. La imagen o símbolo Sagrado puede ser una
Cruz cualquiera, (Católica, Anksata, Celta, Caravaca, Rosacruz, etc.) un
Buda, una Virgen, un Ángel, un Sagrado Corazón, una lámina, estampa o
cualquier Icono que nos resulte inspirador. Ese es el requerimiento
principal: debe resultarnos inspirador.
# Un esoterista que
se precie tiene una ropa especialmente dedicada para trabajar en el
Oratorio. Debe ser blanca, por lo que simboliza y por la característica
especial de no absorber ninguna vibración. El blanco las rechaza a
todas. Sirve un equipo deportivo, un juego de ropa común, una túnica,
capa, sábana, mantel, lo que sea… ¡pero limpio! Inclusive es
recomendable lavarse las manos o –mucho mejor- tomar una ducha y beber
un vaso de agua fresca antes de practicar el trabajo espiritual.
#
Finalmente deberemos imprimir este Ritual, porque no podremos
celebrarlo leyendo los diferentes puntos desde la PC. Sobre todo la
parte que sigue a continuación que es el Ritual propiamente dicho.
#
Por supuesto, ustedes verán que hay muchas cosas que pueden evitarse.
Si les parece, evítenlos. Pero recuerden que cuanto más se ocupen de los
detalles, mejor resultará todo. Ustedes lo deciden. Estas son
instrucciones generales muy bien detalladas. Son las que practican los
magos y esoteristas consumados.
# Puede agregarse un equipo de audio para acompañar el Ritual con un fondo suave de música inspiradora, no rítmica ni ligera.
3) – DESARROLLO:
a.-
Invocación: Cuando llegue la hora que nos avisaron que nos enviarían
nuestros Ángeles (o cuando nosotros lo hayamos dispuesto) comienza el
ejercicio. En realidad serán cuatro Arcángeles. Miguel, Rafael, Gabriel y
Uriel. ..Son Entidades muy superiores y debemos entender que este
ejercicio significa que nosotros nos armonizaremos con Su energía, pero
para nada que Ellos llegarán a nuestra casa ni a nuestro Oratorio. Así
como debemos ser respetuosos, también deberemos ser coherentes. Pero
esto no debe desalentarnos, ya que el trabajo de armonizarnos con Ellos
es por sí mismo un ejercicio trascendental y de gran contenido místico.
Cuando estamos en Paz, decidimos iniciar el trabajo.
Sentados
en nuestro Oratorio, permanecemos unos minutos en meditación,
preparándonos para la Celebración. Cuando sentimos que llegó el momento,
nos ponemos de pie y hacemos nuestra señal de saludo preferida, como
puede ser la Señal de la Cruz. Luego encendemos la vela y la colocamos
en el centro de la mesa. Luego encendemos en ella el sahumerio o
incienso. Permaneciendo de pie decimos en voz baja pero clara esta
oración:
“Amados Arcángeles Miguel, Rafael, Gabriel y Uriel:
los invoco desde lo más profundo de mi Ser en los lazos de la Luz, la
Paz y el Amor y los invito a que por su infinita misericordia acepten
visitar mi casa y mi Oratorio, para que yo pueda comulgar con Ustedes y
su maravillosa influencia.”
b.- Recepción: Seguidamente
tomarán la vela e irán a la puerta o ventana principal de la casa, como
para oficiar de guía a los Visitantes. Visualizan con gran fuerza
interior la llegada de las Cuatro Presencias, preferentemente en la
forma de cuatro llamas o rayos de luz, aunque puede ser en la forma que
más prefieran. Invítenlas a pasar como si se tratara de visitantes
físicos, con esta otra oración, siempre en voz baja y clara:
“Amados
Arcángeles Miguel, Rafael, Gabriel y Uriel, sean bienvenidos a mi
hogar, que será santificado por su presencia y voluntad. Los invito a mi
Oratorio, al corazón de mi casa y al corazón de mi Ser, para que
derramen sus bendiciones generosamente y me preparen en cuerpo, mente y
espíritu para afrontar las pruebas que me resten pasar, adecuadamente.”
c.-
Ofrenda: Dicho esto diríjanse al Oratorio como si guiaran a los
Visitantes, enciendan los cuatro velones con la vela y siéntense
nuevamente visualizando a los Arcángeles frente o junto a Ustedes, ya
sea de pie o sentados en tronos, o como si flotaran en la habitación
rodeados de una nube luminosa. Esta visualización depende sólo de
ustedes y de la idea que pueden formarse de Ellos y la situación.
Sin
detenerse demasiado en detalles que no vienen al caso, sientan
interiormente y con toda el Ser la presencia de Ellos. Y luego digan la
siguiente oración:
“Estas velas, este incienso y estas flores
son el presente y homenaje que dispuse para Ustedes, Amados Seres de
Luz, como gratitud y ofrenda amorosa. Y si me lo permiten, entre el
regocijo que siento por esta Divina Presencia, les solicito tengan la
bondad de ayudarme en el curso de mi sendero concediéndome las gracias
que necesito para crecer interiormente y superar las tribulaciones que
me esperan en el mundo exterior.”
d.- Visualización: Luego de
decir esto, fórmense la imagen de estar ante Hermanos Divinos llenos de
generosidad y abundancia, que habrán de satisfacer todos sus pedidos
con total Amor. Háblenles con respeto y sin temor, sin abrigar dudas. En
la medida de la fe que pongan, así las Leyes Cósmicas los obedecerán en
sus requerimientos. Recuerden que debe permanecer todo el transcurso
del ejercicio en Amor, Respeto y Devoción, por la Jerarquía de los
visitantes. En este momento abran su corazón a Ellos y hagan un examen
de Conciencia, como si fuera un autopsicoanálisis. Si tienen alguna
duda, pídanles Luz. Si tienen algún dolor, pídanles Consuelo. Si tienen
alguna culpa, pídanles Perdón. Pídanles con humildad lo que necesitan.
Recuerden también las necesidades de otros -familiares, amigos, vecinos,
etc.- y pidan también por ellos. Reserven un lugarcito para pedir por
la humanidad y el mundo. No se olviden de nada y de nadie. Cuando
terminaron los pedidos, agradézcanles por anticipado y súmanse en otra
meditación. Esta deberá ser un poco más profunda y prolongada. En este
momento más que en cualquier otro, la oración debe ser personal. Debe
brotarles de lo más hondo del corazón, con todo el sentimiento, con la
mayor confianza, con entrega total. Recuerden que ese será un momento de
Comunión en vuestro Oratorio con los Arcángeles y que Ellos han venido a
Ustedes por que han sido llamados, movidos por el más puro Amor. Ahora
no hay motivos para callarse nada. Nadie los escucha. Todo es Paz,
Felicidad y Armonía.
e.- Despedida: Luego de esta meditación
final, dispónganse para clausurar el ejercicio. Con los velones aún
encendidos, prepárense para despedirse simbólicamente de los Arcángeles.
Para ello deberán decirles esta Oración:
“Amados Seres
de Luz: les agradezco con todo mi corazón su presencia en mi Oratorio y,
ya al final de este encuentro personal por hoy, me pongo al servicio de
Ustedes con cuerpo, mente y espíritu, en la medida de mis capacidades,
para que dispongan de mí en el trabajo Cósmico. Ustedes saben mejor que
yo, el cómo, el cuándo y el qué. Yo sólo me entrego a Ustedes, en el
nombre de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.” Esta fórmula (como
todas las demás) puede ser modificada, por supuesto, conforme al
sentimiento, creencia y confianza de cada uno. Seguidamente se pondrán
de pie, harán la Señal de la Cruz o la que hubieren elegido y apagarán
la vela. Al hacerlo deberán decir: La Paz, la Luz y el Amor quedan
conmigo”. Podrán dejar encendidos o no los cuatro velones, pero si
desean apagarlos, este es el momento adecuado. Enciendan la luz normal
de la habitación, quiten la música y acomoden los elementos como para no
tocarlos más hasta el día siguiente.
f.- Este fue el Ritual
correspondiente al Primer día. El Segundo día deberá repetirse sólo el
punto 3, desde el párrafo “Ofrenda” hasta el párrafo “Despedida”.
Finalmente, el tercer día deberá repetirse otra vez sólo el punto 3,
pero desde “Ofrenda” hasta “Visualización”, para luego dar al Ritual el
final definitivo que se detalla a continuación. (Es decir, el tercer día
se omite el párrafo “Despedida”).
4) – CLAUSURA:
Luego
de haber cumplido desde la “ofrenda” hasta la “despedida” como en los
días anteriores, ahora debemos disponernos a despedir los Arcángeles que
nos visitaron en estos tres días para pedirles que vayan a visitar a
las tres personas que hemos seleccionado antes. Para ello deberemos
recitar la siguiente oración:
“Amadas Presencias de Luz, les
agradezco la visita a mi hogar y mi Oratorio con la que me honraron
durante estos días. Ahora, lleno de la Luz que me obsequiaron, les pido
con todo Amor que se dirijan a llevarla a otros Hermanos que los
esperan. Ellos son Fulano, Mengano y Zutano, quienes ya los están
aguardando. (Si no los envían a otros deberán decir: Ahora, lleno de la
Luz que me obsequiaron los dejos volver al Reino de Luz de donde
vinieron.) Yo ahora quedo en Paz, con la seguridad que en cada momento
que los necesite podré invocarlos y recibir nuevamente su visita o
inspiración. Por mi parte les doy nuevamente las Gracias y les abro las
puertas de mi Hogar para que continúen su Misión bienhechora por toda la
Eternidad”.
Luego de estas palabras, toman la vela y
acompañan a los Arcángeles al revés que el primer día, hacia la puerta o
ventana principal de la casa. Cuando llegan, visualizan el acto de
despedirlos con toda la fuerza posible, exclamando:
“Amadas Presencias de Luz… ¡Vuelvan al Cielo, que otros los esperan!”
Luego
de estas palabras finales regresan al Oratorio, apagan la vela y los
velones, y quitan todo hasta dejarlo como acostumbran tenerlo.
Sugiero que sea como ustedes lo crean necesario, quitarlo o no quitarlo eso hay que sentirlo, yo lo hago de la siguiente forma: Dejo prendido el velòn o la vela hasta terminarse y luego en un platito quemo todos los nombres a quien les fueron enviados y todas las peticiones que se hicieron luego se procede a abrir el grifo de agua del lavamanos o donde lo quieran botar para que el agua que es un conector especial liberen todo.
Gracias, Gracias, Gracias.
Fin del Ritual
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