Cuando no conocemos de qué
está hecha la vida, de qué está hecha la comida, de qué estamos hechas las
personas, entonces opinamos de un modo que nos precipita hacia la escasez. Y
conste que escasez no es la carencia de dinero únicamente, la escasez también
es la carencia de la sensación de ser abundante por naturaleza.
Hay personas adineradas que
en realidad sufren de escasez, y personas que no disponen de mucho efectivo,
pero que realmente son ricas. Como también hay personas que no disponen de
dinero pero que interiormente se sienten muy muy pobres. Y entonces la escasez
se hace más difícil de entender.
Sucede que dentro de muchos
seres humanos por razones religiosas, hay una información que dice: si es bueno,
espiritual o sano, debe ser pobre, barato, regalado o gratuito. Y este sentir
aleja toda posibilidad de encontrar el dinero. Y es que a veces no sabemos que
el dinero también es Dios, y que tu dinero puede ayudar tanto, tanto, tanto al
mundo. Que entonces se convierte en un regalo para ti. Que por esta razón no
hay que demeritarlo; al contrario, hay que aprender de quien lo cobra todo y
experimenta prosperidad, porque es una maestra o maestro, porque si aparte de
esto sabe cómo regalar o dar, o sea cómo corresponder al universo su
generosidad, entonces puede ayudar claro que sí.
Un ser humano con su dinero
puede crear tantas cosas necesarias en este mundo, y puede patrocinar muchas
otras. Realmente el poder de un dinero que se ha bendecido es un milagro para
la tierra. El dinero es otro tú.
Entonces bendice. Bendice a
quien cobra dinero por su trabajo, por cada instante de su tiempo. Bendice el
comercio, el flujo constante de dinero. Bendice tus pensamientos acerca de la
gente que estafa con su producto. Bendice y perdona si te has sentido estafad@
porque es tu creencia. Esa persona que tú crees que estafa con su producto no
siente lo mismo que tú. Y eso debes asimilarlo. Es tu película. Apóyala. Amala,
que nadie más lo hará.
Quizás tengas o no tengas
idea de lo que significa una ciudad cuyo mercado no tiene vendedores ni
productos, es algo realmente triste. De hecho hay una vieja canción que
escuchaba en casa de mis padres llamada lamento borincano, en la cual un hombre
sale a vender sus productos a la ciudad. Y va feliz (alegre el jibarito va,
cantando así por el camino ♫), de hecho hasta su yegua va contenta. Y en su
canto le dice a Dios que si vende toda su carga, un traje a su viejita le va a
comprar. Pero cuando llega a la ciudad (Borinquen), en ella sólo ve pobreza y
necesidad. Así, triste regresa a casa.
Entonces, cuando hablo de
que cuestionamos y criticamos el dinero, recuerdo esa canción. Y deseo
continuar viendo mi ciudad llena de vendedores por todos lados, porque cuando
ves todo ese mercado alegre lleno de todo tipo de cosas para la venta,
comprendes que hay dinero para llevar a casa, para cenar. Hay dinero para darles
a tus hijos estudios, hay dinero para ayudar.
Ese es el poder que tiene la
energía que impregna cada billete o moneda que pasa por tus manos.
Comprender lo que te he
escrito es lo que hará que le digas al dinero: Perdóname por mis creencias
sobre ti, perdóname si de ti he abusado en otras vidas, en otros tiempos,
perdóname por no saber que estás en mí. En realidad te bendigo, y no sólo eso,
también te amo.
Entonces vendrá esa
sensación, porque la riqueza es eso, una sensación, tan esperada. Y sólo así
veremos el mundo que merecemos.
¿Qué haces por ti para
entrar en el flujo de la prosperidad?
Es importante que tomes 1
peso, 1 centavo, 1 sol, 1 dólar y lo regales a alguien de quien hayas recibido
algo. No importa si es una institución o es tu tía. Entrar en la corriente del
dinero es importante. Ayuda a alguien que trabaja de sol a sol y que vende sus
productos puerta a puerta, adquiriendo algo de lo que vende. O compra un número
para alguien que hace una rifa para salir adelante y hazlo sin esperar ganarte
esa rifa o que se solucionen tus problemas. En lo personal, me gusta mucho el
verdadero arte callejero, esos chicos que de sol a sol hacen maravillas en los
semáforos, aquellos que te dan alegría sin pedir nada a cambio. A ellos.
Mantente inmersa en el flujo
de abundancia que simboliza el dinero, no subestimes esta acción y sobre todo
no esperes a ser rica para contribuir con la obra o el trabajo de alguien,
porque así tú recibirás eso mismo que estás regalando. Si bien todos somos uno,
la experiencia onírica que vivimos es individual y por ello, dar se convierte
en recibir.
Si no tienes disponible ni
un solo dólar para ayudar a alguien o para retribuir lo que has recibido,
entonces hazle saber a esa persona que estás agradecid@, hazle saber de alguna
manera aunque sea telepáticamente, que le bendices y que le amas. Esto es por
ti y para ti, exclusivamente. Dar es recibir.
Si no has recibido nada,
sigue tu camino, continúa con tu búsqueda que en cualquier momento tendrás tu
oportunidad para dar.
Gracias
a quienes se toman el tiempo para comentar mis publicaciones. Gracias a
quienes me envían su amor por escrito
Gracias por estos regalos. Gracias a todos los seres que me bendicen y
que me aman, es algo recíproco.
Gracias por leerme.
Vivi Cervera
No hay comentarios:
Publicar un comentario