Comparto este hermoso cuento del Árbol de Navidad
Por: EMAR
Cuentan, que
había una vez un árbol al que cada vez que le brotaba una hoja verde y llena de
vida, al mismo tiempo y en dirección opuesta le brotaba otra negra y sin
fuerza.
El árbol
sentía la vida que le proporcionaba tener hojas verdes pero no alcanzaba a
comprender por qué su naturaleza vegetal no se desprendía de las negras Y así
crecía muy lento nuestro arbolito, gastaba demasiada energía rechazando con toda
su madera a sus hojas e intentando comprender y apenas tenía hojas y ramas. En
los arboles vecinos no se apreciaban hojas negras y se lamentaba de ser tan
diferente.
Siempre
tenía la esperanza de que un día empezaran a caerse las hojas negras y ese era
su único y deseo. Pero la vida le concedió otro regalo; la comprensión de que
las hojas negras nunca se caerían!. Al principio creyó morir y sufrió como
nunca.
Fue este
sufrimiento el que le hizo sentir que es mucho más práctico intentar aceptar
que intentar comprender.
Y eligió
cambiar, decidió relacionarse con todas sus hojas de otra forma. Al fin y al
cabo las hojas verdes que tenía, ahora se daba cuenta, eran preciosas y cuanto más
las apreciaba y agradecía, mas crecían y más vigorosas se ponían y a su lado,
como siempre, otra hoja negra.
Pero ya no
le molestaban demasiado. Y así empezó a crecer como nunca, su tronco, sus
ramas, sus hojas verdes y negras… parecía que, más que el sol y el agua, era su
apreciación lo que lo hacía crecer y empezó a echar ramas enormes que se abrían
al cielo y que se llenaban de más y más hojas verdes y negras.
El árbol
estaba que se salía de su copa, amaba tanto a sus hojas verdes y había
conseguido aceptar tanto a las negras que creció como ninguno y ya centenario y
sabiendo que la vida no le regalaría muchas más hojas ni tiempo, tomo otra gran
decisión, de alguna forma había empezado a tomarle cariño a sus hojas negras y
decidió intentar amarlas con todas su fuerza.
No sabía cómo
empezar pues nunca se había fijado en ellas, nunca las había mirado de verdad
como a las verdes. Pero había decidido amarse completamente tal y como era y
miró como nunca antes lo había hecho.
Fue entonces
cuando se dio cuenta de que no tenía hojas negras y que lo que parecían hojas
negras no era otra cosa que la sombra de las verdes, pudo ver que el árbol no
solo necesitaba las hojas, sino su sombra que refrescaba las ramas y tronco.
Y su amor y
agradecimiento por tanta comprensión fue tan grande que ahora podía comprender más.
Comprendió que necesito creer en hojas negras para aprender a aceptar lo que no
podía comprender.
Y amó como
nunca antes lo había hecho, a sus hojas verdes, a las negras, a la sombra y a
la luz.
A todas las realidades presentes y a sus ilusiones pasadas. Y la fuerza
de ese amor obró el milagro; cada hoja negra que antaño rechazaba, ahora se
transformaba en esferas de colores y las sombras en luces de comprensión y
brillo para siempre lleno de hojas, de luz y colores, siempre con la estrella
de la comprensión en su copa como una eterna sonrisa.
Cuentan que
cada año por navidad, el espíritu del árbol se cuela en tu hogar para darte de
nuevo la oportunidad de elegir; de agradecer lo que aprecias, de aceptar lo que
rechazas y quién sabe si, como aquel árbol, llegar a transformarte para siempre
en luz y colores.
Lo opuesto
al miedo es el amor pero aquello que todo lo abraza no puede tener opuestos.
Más allá del
“bien” y el “mal” está el amor que abraza los opuestos.
A
continuación unos extractos del Maha Chohán, en una Carta de Shamballa del 13
de diciembre de 1953:
"El ESPÍRITU DE LA NAVIDAD comienza a fluir alrededor del primero de diciembre y tiene su efecto durante siete semanas hasta el 12 o 14 de enero. El Espíritu Crístico es un flujo de Amor y de todas las Cualidades Perfectas desde los Ángeles, Maestros y otros Seres Divinos, y se vierte sobre la Tierra como una LLUVIA DORADA de hermosas PARTÍCULAS DE LUZ.
"El ESPÍRITU DE LA NAVIDAD comienza a fluir alrededor del primero de diciembre y tiene su efecto durante siete semanas hasta el 12 o 14 de enero. El Espíritu Crístico es un flujo de Amor y de todas las Cualidades Perfectas desde los Ángeles, Maestros y otros Seres Divinos, y se vierte sobre la Tierra como una LLUVIA DORADA de hermosas PARTÍCULAS DE LUZ.
Cada partícula es como una ESTRELLA DE NUEVE
PUNTAS, y la atmósfera inferior entera de la Tierra y todos los cuerpos de la
gente son envueltos en ésta. Se incrementa en poder hasta la Víspera de Navidad
cuando su presencia potente es casi palpablemente sentida aún por las mentes
externas más ordinarias.
A ese flujo
de todos los Seres Celestiales se añade una radiación tremenda desde los
Retiros y Santuarios por todo el mundo, bajo la protección y guía directa de
los Maestros y chelas conscientes. (...) Durante la Época de Navidad, la
atmósfera de la Tierra tiene literalmente POLVO ESTRELLADO que la gente
respira, llenando inconscientemente sus cuerpos internos con una sensación de
tranquilidad, paz y felicidad que ellos atribuyen al ESPÍRITU DE LA NAVIDAD."
Bendiciones a todos en esta Navidad.
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